Esta iniciativa tuvo como uno de sus objetivos crear espacios de encuentro para la reflexión de los becarios y las becarias como actores y actoras políticos que promuevan la formación de una conciencia socialista y transformadora, partiendo del intercambio de saberes con el fin de fortalecer y construir una organización de base que genere propuestas alternativas desde lo local (comunidad, centros de estudios, etc.) a lo nacional.
“Pretendemos que desde el consenso evidenciemos situaciones que tienen su trasfondo político de opresión”, explicó Josué Moros, Coordinador de Organización al Becario de Fundayacucho. “Este es un proceso de inclusión e igualdad y no intentamos imponer un sólo criterio, la idea es crear debates, una dialéctica que permita generar un mismo punto de vista que nos agregue y al que confluyamos todos”.
“Parte del pensamiento de Engels decía que no hay práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria”, citó Calos Zúñiga, estudiante de ingeniería de la Universidad de Oriente (UDO), quien participó como facilitador del campamento.
El joven comentó que muchas veces los y las estudiantes transitan por su vida cotidiana sin darse cuenta de lo que les rodea, “pero las dinámicas del campamento nos permiten poner en evidencia muchas de esas relaciones en las que a veces somos opresores y otros oprimidos”. En ese sentido, el estudiante precisó que “estamos haciendo que el participante se identifique con el rol que juega en su vida cotidiana”.
Por su parte, Moros manifestó que estos campamentos no están concebidos como la escuela academicista tradicional, sino por el contrario, como espacios abiertos que nos invitan a contactar con la naturaleza. “Eso se ha perdido en nuestras aulas de estudio y nos ha impedido ver más allá de lo que tenemos alrededor, aquí intentamos ese contacto con nuestros recursos y lo valioso de nuestro talento humano”.
Además, el servidor puntualizó que la idea es que luego los y las participantes del campamento impacten en sus comunidades y universidades, “y que vinculemos de una vez por todas lo que es la academia con el pueblo, pues no debemos llevarnos lo aprendido para nuestros espacios privados, sino socializarlo”.
Una metodología humanista: Educación Popular
Durante los dos días y medio de intensas jornadas que duró el campamento, los y las participantes lograron reflexionar sobre las relaciones de opresión, de género y de clase, la injusticia y la explotación capitalista. Se trata de una construcción colectiva, más que de una imposición de contenidos, explicó Oliver Rivas, parte del equipo de facilitadores y auxiliar docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).“Nosotros usamos dinámicas que promueven la problematización y discusión colectiva de los contenidos. En cierto sentido es una manera lúdica de construir y socializar el conocimiento”, comentó.
Rivas también expuso que usan lecturas muy básicas y cortas que les sirven de insumo para las dinámicas. “En general se trata de buscar espacios de reflexión para la recreación, el juego y el esparcimiento y en ese sentido los resultados han sido muy positivos”.
El facilitador dijo que hay que desalinearnos. “Este es un espacio para la formación, para que en colectivo ejerzamos el poder. Debemos organizarnos, porque nuestra misión en Fundayacucho no es asistir socialmente, nuestra tarea es la de propiciar la organización y la formación desde un encuentro donde las relaciones son horizontales, los facilitadores y los estudiantes estamos al mismo nivel”.
Consejos Estudiantiles para la participación protagónica
El Coordinador de Organización al Becario de la Fundación informó sobre la intención de fomentar la creación de una Red Estudiantil para el empoderamiento del Poder Popular.
“Desde estos espacios queremos incorporar cada vez más estudiantes a la lucha y desmentir al reducido número de estudiantes que se identifican como opositores y que pretenden representar a toda la comunidad estudiantil y que además para ello se basan en los medios de comunicación, nada afectos al proceso bolivariano, que buscan crear un caos y un estado de ingobernabilidad”.
Al respecto, Moros agregó: “No puede ser que unos pocos estudiantes dominen la opinión pública y se expresen en nombre de todos los y las estudiantes venezolanos. Ya estamos aboliendo el proceso de representatividad y vamos abriendo un proceso de participación protagónica”.
Sobre el compromiso de los y las participantes, el Coordinador señaló que la idea es fomentar el proceso de inclusión, de allí que el trabajo voluntario sea una de las premisas para incorporar a los y las estudiantes, “para que se aboquen a sus comunidades a fin de generar y debatir esas problemática que a veces no saben cómo abordarlas”.
Moros hizo un llamado “a los y las estudiantes que se dicen llamar opositores”, para que se unan y dejen “el protagonismo mediático”, pues “queremos que vean los espacios que estamos construyendo para el debate, para crear y no para destruir. Esto es un intercambio de saberes que es único y lo estamos haciendo desde Fundayacucho en pro del desarrollo del país”.
Líderes de la transformación
Carlos Zúñiga, estudiante de la UDO, llamó a los y las estudiantes para que sean multiplicadores de la teoría y la práctica revolucionaria. “No le tengamos miedo a la política, porque en esta vida todo es político. Tenemos que estar unidos para seguir creando ese pensamiento liberador”.El estudiante invitó a toda esa juventud que está comprometida a que participe, “porque sí podemos hacer política diferente y sana, no esa política llena de corrupción a la que nos acostumbraron durante décadas. Queremos que se dé el debate colectivo para transformar nuestra sociedad”.
Raúl Huanca, estudiante boliviano de Gestión Social en la UBV, becado por Fundayacucho, dijo que en el campamento “nos estamos formando políticamente para enfrentarnos a un sistema que nos ha oprimido todo el tiempo y es así, como hermanos latinoamericanos, que todos tenemos que ser parte de esta Revolución, sin alejarnos del entorno coyuntural que se está dando”.
Manifestó que gracias a Fundayacucho y a este tipo de actividades muchos personas, no sólo venezolanos, tienen acceso a la educación, “la cual nos va a liberar”, para “poder desarrollarnos como país y como pueblo. Ese es el compromiso de nuestros y nuestras estudiantes”.
“Hago un llamado a todos mis hermanos y hermanas de América a mantenerse en la lucha revolucionaria, porque el amor más grande que podemos dar es por esta tierra, por la que debemos sentirnos orgullosos, no olvidemos nuestra cultura y nuestras raíces”.
(Prensa Fundayacucho / Heison Moreno)
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